Flamenco XX-XXI: de Carmen Amaya al Tiny Desk
9 abril, 2024
Para algunos fue la mejor bailaora de todos los tiempos. Nació en el Somorrostro y recorrió el mundo con su flamenco. Algunos la criticaron al volver de Estados Unidos porque sus espectáculos se habían vuelto demasiado “americanizados”. De lo que no queda duda es que la bailaora Carmen Amaya revolucionó el baile flamenco, y en especial el de las mujeres, y marcó una nueva etapa en esta disciplina.
En 1988 abrimos el Tablao de Carmen en su honor, porque aquí, en el Patio del Farolillo, bailó para el rey Alfonso XVIII durante la Exposición Universal de 1929 en Barcelona. Carmen fue pionera, por ejemplo, en bailar con pantalones, algo reservado para los hombres hasta ese momento. Su fuerza y su bravura sobre las tablas conquistaron al público español y al americano en sus giras por Estados Unidos, donde llegó cuando estalló la Guerra Civil en España en 1936. La artista barcelonesa captó la manera de hacer los shows en Nueva York, más espectaculares y grandiosos, y trasladó esta influencia a sus propuestas en su regreso a España.
En el siglo XXI los bailaores y bailaoras continúan cambiando el flamenco con sus aportaciones e innovaciones: Israel Galván, Rocío Molina, Jesús Carmona, Marcos Flores o Manuel Liñán, que incluso han sido criticados por salirse de la estructura y la manera más tradicional del baile. Manuel Liñán, por ejemplo, ha declarado recientemente en una entrevista para El Mundo, que compañeros del mundo flamenco le dijeron que lo que él hacía no era flamenco, y que no traicionara este arte.
El encuentro con otras músicas
A pesar de los defensores de la ortodoxia y la pureza, el flamenco ha sabido y sabe juntarse continuamente con otras músicas. Ha sido muy celebrada la unión del flamenco con el rock, que comenzó Sabicas en 1966 con el álbum Rock Encounter, “la primera grabación intento de fusión”, según la Junta de Andalucía. 30 años después se publicó el álbum Omega, del cantaor Enrique Morente y el grupo de rock Lagartija Nick, considerado uno de los mejores álbum de vanguardia flamenca de la historia. Este sonido abrió una senda que han continuado grupos como Los Planetas o Derby Motoreta Burrito Cachimba. El granaíno Morente también fue muy innovador al fusionar el flamenco con la música clásica, en el álbum Alegro Soleá y Fantasía del Cante Jondo.
Uno de las hermandades de más éxito en los últimos años ha sido con el jazz, desde la irrupción del álbum Lágrimas Negras, del pianista Bebo Valdés y el cantaor madrileño Diego El Cigala, o Spain Again, del tocaor Tomatito y el pianista Michel Camilo. La electrónica también ha tenido su hueco: grupos como Fuel Fandango, Mëstiza y La Plazuela han acercado este arte a los sonidos electrónicos e incluso al funk.
El flamenco en el español (lengua española?) y en los españoles
El flamenco ha tenido un impacto en la sociedad española que ha calado hasta en el lenguaje. Decimos, por ejemplo, que alguien “hace un desplante”, cuando alguien ha actuado con arrogancia y descaro, pero en el baile flamenco un desplante es rematar, cerrar una sección de pasos durante el baile. Igualmente la palabra “juerga”, en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, viene definida como jolgorio y jarana, y según recoge la segunda acepción, decir juerga es decir juerga flamenca.
El vocabulario en España también se ha adueñado de la palabra “duende”, para referirse a un encanto magnético y misterioso. En 1933, el poeta granadino Federico García Lorca presentó en Buenos Aires su “Juego y teoría del duende”, en el que explicaba que en Andalucía continuamente se utiliza esta palabra para designar ese don inexplicable de algunos artistas para emocionar. “Para buscar al duende no hay mapa ni ejercicio. Solo se sabe de él que quema la sangre”, en palabras de Lorca. En España actualmente se sigue utilizando sobre todo en el flamenco, pero se ha extendido también al resto de expresiones artísticas.
En el ámbito de lo estético, el imaginario del flamenco se sigue utilizando como imagen de España, hasta que a veces no es fácil distinguir qué es lo español y qué es lo flamenco. Durante la dictadura de Francisco Franco (1936 – 1975), existió una corriente denominada “nacional flamenquismo”, es decir, el flamenco y lo andaluz acaparó la identidad española. Esto por una parte ayudó a la difusión y comercialización del arte flamenco, y por otro lado alimentó el cliché de la “España de castañuela y pandereta”.
En siglo XXI se ha vuelto a abrazar el flamenco como música de culto. Se siguen utilizando elementos del flamenco para promocionar lo español, como el anuncio “Con mucho acento” de Cruzcampo en el que dan voz a Lola Flores, o el vídeo de Tiny Desk con una juerga flamenca de sobremesa de C. Tangana.
“Todo lo flamenco sigue siendo exótico, impactante”, cuenta Mimo Agüero, directora del Tablao de Carmen. La pasión, el enigma y la gracia de lo flamenco sigue cautivando a españoles y extranjeros, y la manera de moverse, dar palmas y montar una juerga de los flamencos ha impregnado la manera de ser española en general.
En el Tablao de Carmen cada noche se puede apreciar el flamenco en su expresión más genuina, ¡ven a disfrutarlo!