Los tablaos: templos del flamenco

 

Desde su aparición a principios del siglo XX, hasta hoy, los tablaos han sido siempre en España templos para los artistas y aficionados flamencos, el lugar donde se guarda la esencia de este arte tan enigmático e impulsivo. Cogieron su nombre de las tablas que conforman el escenario sobre el que se baila, canta y toca, y se caracterizan por tener al baile como protagonista.

Los tablaos más icónicos de la historia del flamenco siempre han estado concentrados en tres ciudades: Barcelona, Madrid y Sevilla. En la capital catalana, además del Tablao de Carmen, que abrimos en 1988 en honor a la bailaora barcelonesa Carmen Amaya, otro histórico de la ciudad es el Tablao Cordobés. Situado en las Ramblas, lo fundaron en 1970 el matrimonio de artistas Luis Adame e Irene Alba, y se convirtió rápidamente en una meca por la que empezaron a pasar las leyendas del flamenco del siglo pasado: Camarón, Farruco, Pansequito, Bambino o Lole y Manuel formaron el cuadro artístico en sus primeros años. A pocos metros del Cordobés, en la Plaza Real, está el tablao Los Tarantos, que con 60 años de historia es el más antiguo de la ciudad y cada semana mantiene la oferta flamenca con lo mejor del panorama local y nacional.

Madrid y Sevilla, capitales de tablaos flamencos

En Sevilla, cuna del flamenco junto a Cádiz, se encuentra el Tablao Los Gallos. Fue fundado en 1966 en el centro del barrio de Santa Cruz, y acogió en sus primeras andaduras las inigualables voces de La Paquera de Jerez o Antonio Mairena. Y cerca de Los Gallos, entre La Giralda, la plaza de toros La Maestranza y la Torre del Oro, se ubica el tablao El Arenal, que el New York Times tildó en 1995 como el rincón con el flamenco más auténtico de España.

Madrid acoge igualmente un gran número de tablaos. Entre ellos, el único en el mundo que tiene una estrella Michelín, El Corral de la Morería, y también el único al que se le otorgó el premio de Mejor Tablao del Mundo por parte del Museo del Prado, el Museo Thyssen y el Reina Sofía. Es uno de los más longevos de la capital (se abrió en 1956), junto a otros veteranos como el Torres Bermejas o el Tablao 1911 (antiguo Villa Rosa), que conviven en la capital junto a tablaos de muy reciente apertura, como el Tablao de la Villa (en el local de Café de Chinitas) o Flamenco de Leones, ambos abiertos en 2022.

Espacios sagrados para los artistas

En 2020, debido a las dificultades que trajo la pandemia, 16 tablaos de toda España se unieron para fundar la Asociación Nacional de Tablaos Flamencos de España (ANTFES), la primera en la historia. Los primeros objetivos que reclamó la asociación estaban relacionados con los obstáculos que conllevó el cierre de los locales por el covid-19. Poco después de su creación, la cantante Rosalía, formada en cante en la ESMUC y en el Taller de Músics de Barcelona, además de en los círculos flamencos de la ciudad, hizo un vídeo para la cuenta de ANTFES dando su apoyo a la asociación, que impulsó su visibilidad y repercusión: “Todos los tablaos de España son templos para los artistas flamencos, son espacios sagrados que ayudan a que esta música se mantenga viva, desde aquí quiero mandarles todo mi apoyo”, decía en su cuenta de Instagram.

Tablao: sinónimo de flamenco

Rosalía, antes del boom que la llevó al estrellato, se subió a varios de los tablaos históricos de España: el Tablao de Carmen y Casa Patas. En el programa de TVE Caminos del flamenco, le contaba a Miguel Poveda que aquel concierto de 2016 en el Casa Patas es la vez de su carrera que más conectada se ha sentido consigo misma: “Yo creo que al principio me imponía tanto el ir a cantar a un sitio como ese, que me dije ‘Okay, me voy a olvidar’. Por un momento me olvidé y entonces sentí”, contaba la catalana. Aunque el Casa Patas, local emblemático, cerró en 2020, actualmente los tablaos están lejos de morir. Al revés, están proliferando. En abril de 2024 el Tablao Cordobés ha abierto uno nuevo en la misma Rambla: Tablao El Duende.

La Asociación también sirvió de llamamiento al Ministerio de Cultura para pedir que se introduzca el flamenco en los planes de estudio escolares y para que los tablaos, hogar del cante, el toque y el baile, tan fundamentales en la música patria, sean declarados “Bien Inmaterial de Interés General para Nuestro País”. Porque, como reza el lema de ANTFES, pocas palabras hay más unidas al flamenco que la palabra tablao.