El flamenco en cualquier esquina de Barcelona
De todas las virtudes que tiene el flamenco, hay una que le ha permitido llegar cada vez más lejos durante sus dos siglos de historias: la de adaptarse a cualquier entorno. En Barcelona, como en otras capitales flamencas como Sevilla o Madrid, la oferta de cante y baile tiene hueco para cualquier bolsillo y cualquier lugar: sitios no naturalmente flamencos que incluyen un rincón para el arte jondo. Aquí os dejamos una pequeña guía de los planes flamencos más allá de los tablaos tradicionales de Barcelona.
Bar, librería, restaurante, coctelería
El bar con la programación flamenca más estable y continuada es Robadors 23. Ubicado en la dirección que indica su nombre, en el barrio del Raval, ofrece bolos de guitarra, percusión, cante y baile dos o tres veces a la semana desde hace varios años. En cada actuación (algunos días hay dos pases) caben unas 30 personas, y es recomendable ir con bastante tiempo ya que se llena rápidamente. Otro de los bares con trayectoria y solera flamenca es Los Juanele, en Paralel, donde los jueves el colectivo Flamenco de Cerca ofrece un recital de cante y toque (sin micrófonos), y los viernes se viste de casa rociera y los aficionados pueden ir a bailar sevillanas. Otro histórico del ocio nocturno en Barcelona es el Paraigua, en el Gótico, una coctelería reconvertida en un pequeño tablao donde los asistentes también pueden degustar sus tapas.
Lenta pero segura, una de las librerías barcelonesas que se está animando a programar flamenco es la Librería Byron. Tradicionalmente más vinculada con el jazz, el flamenco está haciéndose su espacio en la programación cultural de esta librería de la derecha del Eixample: ha acogido varios recitales del festival Ciutat Flamenco y esta última primavera ha tenido en su pequeño escenario el espectáculo Luz y Fuego del bailaor Rafael Amargo.
Incluso los restaurantes de cierto nivel quieren tener el cante presente. Es el caso del restaurante Jacqueline, a la izquierda del Eixample. Especializado en pescados, mariscos y cocina mediterránea, cuenta igualmente con una barra japonesa para grupos reducidos con chef privado, y con un Jazz Club. A pesar del nombre de este espacio, los lunes, martes y domingo, la parte inferior del restaurante se convierte en un pequeño tablao en el que los comensales pueden apreciar baile, cante y toque flamencos.
Tablaos en edificios históricos
La oferta flamenca en Barcelona no deja de crecer, y en menos de un año han abierto dos nuevos tablaos, una gran noticia para todos los flamencos y aficionados de la ciudad. En diciembre de 2024, abrió el Tablao Flamenco La Laietana, en la vía del mismo nombre, entre el Gótico y el Born. Con uno o dos pases al día, cuatro artistas ofrecen su arte flamenco en la antigua sede de la Banca Jover. En la entrada aún perviven las taquillas donde trabajaban los banqueros. El Laietana forma parte del grupo Otto Zutz, que también está detrás del Tablao Palau Dalmases, un palacio del siglo XVII en el Born, y del Tablao City Hall, un teatro que por las noches se convierte en discoteca en Plaza Cataluña. No es el único: Tarantos, en Plaza Real, y El Duende (del Tablao Flamenco Cordobés), en las Ramblas, también se transforman en sala de baile después de los pases flamencos.
A unos minutos andando del tablao Dalmases, también en el Born, ha desembarcado en Barcelona el grupo Artesred, que gestiona la marca Teatro Flamenco en Madrid, Sevilla, Málaga y Granada. Desde principios de este año también funciona en la Casa Montagut, un palacio del siglo XVIII redecorado para funcionar como tablao bajo el nombre Teatro Flamenco Barcelona, en el que también se ofrecerán recitales de cante aparte de la programación habitual.
Cabe destacar igualmente la Gran Gala Flamenco, bajo la dirección musical del tocaor Chicuelo. Desde hace 22 años y varias veces por semana, este espectáculo tiene lugar en dos escenarios veteranos de la escena cultural barcelonesa: el Palau de la Música, joya modernista del paisaje de la ciudad, y el Teatro Poliorama, abierto en las Ramblas en 1899.
Clubs y festivales
Nacen iniciativas flamencas por toda la ciudad, una de las más estables es Flamenco Queer, del bailaor Rubén Heras, que además de editar su propia música ha acercado el baile flamenco a los barceloneses en bares como el Candy y La Federica. Otro de los fundadores de Flamenco Queer, el tocaor Jero Férec, está detrás del proyecto Las Brujas Flamenco Club. En un local del Gótico, cerca del puerto, una pequeña galería de fotos flamencas de toda índole conduce al sótano, donde se recrea una cueva de Granada y se puede disfrutar de un espectáculo de baile, toque y cante.
Dos de los festivales de música más icónicos y multitudinarios de la ciudad, el Sónar y el Primavera Sound, también se van animando a añadir un poco de flamenco contemporáneo en sus carteles. En su última edición, el Primavera Sound llevó a los cantaores Israel Fernández y Lela Soto junto al grupo andaluz Frente Abierto; y el Sónar llevó a sus escenarios a Yerai Cortés, y a Chano Domínguez con su proyecto de electrónica y flamenco jazz.
Barcelona tiene flamenco para todos los gustos. Los tablaos son una parte del hábitat flamenco en el que conviven muchos espacios diferentes. Nuestros compañeros del Tablao Cordobés, en las Ramblas, tienen como lema: “El flamenco, en el tablao”, como reivindicación de que es el lugar donde los artistas flamencos pueden desarrollarse mejor y tener estabilidad, así como el espacio donde el flamenco se profesionalizó y alberga desde hace más de un siglo la magia del arte jondo.