El flamenco es un arte vivo, musical, oral, gestual y social.
Cuando hoy en día se usa la palabra “flamenco” evoca el baile, el toque de una guitarra flamenca, el compás ejecutado con las palmas de las manos, el quejío de voces flamencas.
El flamenco es todo un universo musical y expresivo asociado inequívocamente al territorio del Sur de España. No hay dudas sobre ese lugar de origen.
¿Cuál es el origen del flamenco?
Si hay consenso general en la academia sobre que el flamenco se originó en las tierras de la Baja Andalucía, también lo hay sobre el momento, en el s. XVIII, en que empezó a llamarse “flamenco” a los cantes y bailes que ahí se hacían, entre sus gentes andaluzas y los gitanos.
Es alrededor del S. XV cuando se registra en la historia de la península ibérica la primera llegada del colectivo gitano por Francia. Pero fue en el Sur de la península donde se asentó la mayoría y donde convivieron con árabes y judíos, cuyas tradiciones y manifestaciones culturales compartieron durante muchos siglos, intercambiando y mezclando formas y maneras musicales.
Es importante resaltar del flamenco que las primeras apariciones públicas datan de mediados del siglo XIX. Antes de ese entonces, el flamenco se desarrollaba en círculos privados, en contextos sociales de trabajo o de ceremonias familiares.
El flamenco fue ante todo cante y ritmo, personal. Sus creadores o padres del flamenco fueron aquellos que a solas y en el anonimato cantaban mientras trabajaban el campo, trillando, labrando, andando; o el minero que cantaba yendo y viniendo de la mina; el herrero en la fragua; o el cliente del tabernero que animaba el ambiente o compartía sus sentimientos con los que lo rodeaban en el bar; o las mujeres trabajando o celebrando cualquier suceso familiar.
Su origen está en el momento que un cantaor siente algo y lo saca cantando. La personalidad individualista y rebelde del andaluz y del gitano y sus circunstancias sociales adversas, ante la injusticia y la desesperación lo llevan a liberarse con el cante, expresando sus penas y alegrías.
Origen y evolución del flamenco
El flamenco resume el encuentro de muchas culturas que coincidieron en Andalucía durante muchos siglos de convivencia. La comunidad judía , la árabe y la gitana y la andaluza se influenciaron recíprocamente y muy poco a poco fueron surgiendo ritmos, maneras de cantar. Y el cante y su ritmo invitaron al baile. La guitarra y otros instrumentos de caja y cuerda acompañaron su evolución.
Es interesante destacar el punto de vista de algunos estudiosos del flamenco: J. M Caballero Bonald, en el prólogo del libro Historia social del flamenco de Alfredo Grimaldos, explica que “desde sus inciertos orígenes hasta sus más recientes modos de manifestarse, las fortunas y las adversidades artísticas del flamenco han dependido normalmente de la aventura vital de los intérpretes, de sus necesidades expresivas, pero sobre todo de su grado de integración en una determinada sociedad”. Este último punto, aunque obvio, es clave. Si algo gusta, crece. Si algo se rechaza, muere. El flamenco, humano y expresivo, fluye y vive según la sociedad que lo recibe.
Una muy breve explicación sobre la evolución del flamenco pasa por explicar tres momentos distintivos y diferentes de la historia del flamenco.
En una primera fase marginal del cante gitano-andaluz, todo es resultado de la creación e aportación individual y personal de sus intérpretes. Sale de un ambiente natural, donde los flamencos conciben el mundo a su manera y lo transmiten también a su manera. Voz sola y sin guitarra. Por poner un ejemplo, según Antonio Machado y Alvarez (Demófilo), máxima autoridad en lo que se refiere a los inicios del cante, el primer intérprete de quien se tienen referencias (no documentales pero “míticas”) fue el Tío Luis el de la Juliana, aguador de Jerez.
Con el paso del tiempo, se llevan esos cantes a escenarios públicos, a las tabernas…a ser escuchados fuera de su sitio original. Se profesionaliza y los cantes gitanos se “andaluzaron”, alejándose de su primitivo carácter y originalidad. El flamenco pasa a ser un género mixto, mezcla de elementos muy heterogéneos. Los puristas de entonces reclaman la pérdida del carácter y esencia flamencos.
Pero es entonces cuando se consigue entrar en la fase de “dignificación” del cante flamenco. Independientemente de las afectaciones que puedan existir al profesionalizarse y llegar al universo del espectáculo público de los cafés cantantes y de los tablaos, los principales actores del flamenco, sus músicos, los guardianes del compás, son los conservadores de este arte.
¿Cual es el lugar de origen del flamenco?
Como arte, se podría decir que el flamenco nace cada día que uno lo canta o que uno lo toca en un instrumento o que uno lo baila.
El verdadero lugar de origen del flamenco es el corazón o el alma del intérprete (cantaor, músico o bailaor) o de donde sea que surge el sentimiento que ha de salir.
El flamenco sigue siendo una filosofía de vida, y su continuidad sólo depende de la de su creador. El artista flamenco no tiene fronteras porque el Arte no las tiene. El reconocimiento del flamenco como un arte atractivo y especial es obvio e innegable.
Hoy en 2022 el flamenco goza de expectación y admiración mundial. Se encuentra por todo el mundo.
Desde nuestro espacio dedicado a ello, el Tablao de Carmen en Barcelona, mantenemos el firme propósito de conservar y presentar el flamenco más puro y genuino posible.